La Revolución Industrial
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Revolución, se refiere a una serie de cambios profundos que
ocurren en un corto periodo de tiempo, y que se pueden presentar en el campo
político, social, etc. Muchas veces estos cambios se expresan de manera
violenta, y dan como resultado un nuevo orden de las sociedades.
La Revolución Industrial tuvo su origen en Gran Bretaña a
mediados del siglo XVIII, y consistió en un acelerado crecimiento económico,
acompañado de grandes transformaciones sociales y tecnológicas, así como cambios
en el sistema de producción, la organización del trabajo y la vida de las
personas. Por primera vez, una sociedad superó los límites de la economía
agraria e inició una constante y rápida producción masiva de manufacturas a
bajo costo, obteniendo grandes beneficios económicos.
Contexto geográfico. Para el siglo XVIII, Gran Bretaña comprendía los reinos de
Inglaterra, Irlanda y Escocia. Su posición geográfica, así como el desarrollo
de una gran flota mercantil y poderosa Armada Real que se impuso a otros países
europeos, le permitió dominar los mares y las rutas comerciales más
importantes.
Cambios antes y durante
la revolución.
Gran Bretaña era gobernada por una monarquía absolutista, pero la burguesía
mercantil que venía en ascenso quería participar del gobierno. En 1688, mediante
un acuerdo entre la burguesía y los nobles, estos derrocaron al rey Jacobo II y así nación el sistema de monarquía parlamentaria, en el cual el
gobierno quedó compartido entre la Corona (el Rey) y el Parlamento; para ello
el parlamento, se dividió en la cámara
de los Lores, conformada por los nobles, y la cámara de los comunes, integrada por los burgueses. Además, se
estableció que el poder ejecutivo quedaba subordinado al poder legislativo.
En 1727 se aprobó la Ley
de Cercamientos, que legalizó las apropiaciones de tierras y bosques que
venían haciendo los grandes terratenientes, gracias a ello, los terratenientes
fueron implementando una agricultura para el mercado, en lugar del sistema de
autosuficiencia. También, muchos campesinos fueron expulsados de sus tierras,
por lo que tuvieron que vender su fuerza de trabajo y se convirtieron en
empleados asalariados.
Con el nuevo sistema de producción agrícola, se aumentó la
producción de alimentos, gracias a la mayor productividad de la tierra. Esto se
debió al uso de nuevas técnicas como el uso de abonos de origen animal,
incorporación de nuevas plantas como el maíz y las patatas, y el uso de
herramientas de hierro para el arado. Las nuevas técnicas de producción,
permitieron que pocos campesinos alimentaran a una población más grande que
ahora se dirigía a las ciudades para buscar nuevos empleos.
Tomado de: Santillana (2010). Hipertextos Santillana Sociales 8. p. 12
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